Cuanto más divertido mejor recuerdo tendrán.
Seguro que recuerdas las míticas fiestas de cotillón de la Gran Manzana, cuando una (si tu familia tenía suerte) semana antes, ponías locos a tus padres con que te ibas a poner, quien iba, hasta que hora te podías quedar…
Las campanadas de la 1, son las únicas que valen, con Obregón y compañía. Las partidas al parchís y cartas con los abuelos, que siempre te dejaban ganar y que querías alargar eternamente para no irte pronto para la cama…
Recuerdas mil y un detalles pues es un día muy especial.
Ahora la Nochevieja es diferente, la recordarás tú pero también tu hijo. Si te ha surgido esta pregunta ¿Cómo organizar la Nochevieja con pekes? toma nota de algunas ideas.
Piensa dónde la vas a pasar. Si es factible, lo ideal es tu casa, pues el se sentirá más cómodos y tu estarás más tranquilo por si rompen algo, si les entra el sueño los podrás llevar a la cama y seguir con la celebración. La casa de los abuelos o casa rural con algún amigo también son buenas alternativas. Poco recomendable, salir de restaurante, casi ninguno piensa en los peques (zona para jugar, cena adaptada a los gustos y los tiempos de los peques..), aplaza la visita para otro día o que te preparen la cena y la sirves en tu casa.
(antes de salir de casa prepara la mochila, mete los juguetes preferidos y un poco de todo, una muda por si acaso, el pijama y si no come de todo mete algo que le encante)
No guardes para después de las campanadas nada, el momento de fiesta y celebración con tu hijo será antes de cenar, durante la cena y con las campanadas.
La bolsa cotillón es un clásico imprescindible, añádele los complementos de moda (gafas purpurina con el nuevo año, un collar led…). Ábrela un buen rato antes de la cena, les encantará vestirse de fiesta para hacerse fotos, enviar video felicitando el año a sus mejores amigos, disfrutan viendo a sus abuelos y padres disfrazados. Nota importante, los matasuegras suenan mejor antes de cenar y si tu hijo tiene dotes de trompetista jubilado durante la cena es un momento perfecto para hacerla desaparecer.
Que la mesa para cenar no ocupe todo el salón, deja un espacio para poner algún juguete, pinturas, cocinita, coches, construcciones… van a terminar de cenar nada más sentarse en la silla y esta zona de juego te permitirá tenerlos controlados y cenar tranquilamente.
Si termináis pronto de cenar el karaoke puede ser un gran aliado. Solo necesitas youtube, añadiendo al título de la canción “con letra”, tendrás todas las canciones que te puedas imaginar.
Las once y media llegan más pronto de lo que parece y es la hora perfecta para entran en ambiente pre campanadas. Empiezan los nervios, prepara (tu peque te ayudará) las uvas, los gusanitos, lacasitos, aceitunas… lo que quieras pero este año os las tenéis que comer todas.
Enciende la televisión, recuerda que las campanadas buenas solo con las de la 1, mira el traje de la Pedroche pero regresa al canal oficial.
1-2-3…..y 12 ¡Feliz Año Nuevo!
Brinda para empezar el año. Utiliza esa copa de forma y color especial que compraste y rellénala con un coctel de frutas, un granizado de hielo y helado… hay muchas recetas* para no hacerlo con agua que trae mala suerte.
Reserva un momentos para la video llamada con la familia o amigos que no han estado en la cena y que quieres felicitar el año.
Bailamos, saltamos y continuamos con nuestro karaoke. Y siempre se remató la fiesta con un twister y algún juegos de mesa (parchís, el burro, torre de piezas…) o cartas, que baje la adrenalina y lo prepare para ir a la cama.
Si quieres tener un sobresaliente, unos días antes compra chocolate y unos bizcochos, para que el primer desayuno del año sea especial.
Lo más importante es disfrutarlo juntos y que se sientan parte de la fiesta, cuanto más divertido mejor recuerdo tendrán.